Estacioneros debatieron los alcances del Plan Gas
Convocado por la Asociación de Expendedores de Mendoza
Aseguran estar desconcertados ante lo que consideran “contradicciones gubernamentales”, ya que mientras la Secretaría de Energía y el ENARGAS se reúne con el sector para planificar un red de carga de GNC ampliada a todo el transporte, paralelamente, deja sin efecto la resolución por las cual se le brindaba un precio de referencia para adquirir el gas.
En el encuentro virtual, el asesor en GNC de AMENA, Gustavo Salomón, detalló los inconvenientes que los estacioneros deberán enfrentar a partir del 1 de mayo del año que viene cuando venzan sus contratos de aprovisionamiento de gas.
Como ya es sabido, las Cámaras empresarias están intentando sin éxito por el momento que se incluya a las Bocas de Carga en las contemplaciones del Decreto 892, denominado como Plan Gas, el cual las deja por fuera de las medidas de fomento del desarrollo de la actividad y las compara con industrias de gran porte que consumen más de 5 mil metros cúbicos diarios.
“El decreto deja sin efecto a la Resolución 80 del año 2017, por la que el estacionero podía negociar con la distribuidora el precio en boca de pozo basado en un cuadro tarifario que calculaba el Estado, con la ventaja de un valor testigo que servía de balance para mantener los parámetros económicos y accesibles para el usuario”, lamentó el especialista en diálogo con surtidores.com.ar.
Explicó que con las cosas así planteadas, el expendedor quedará en desigualdad de condiciones y deberá estar obligado a negociar con la compañía productora para firmar un contrato anual en dólares sin un número de referencia.
Agregó que las Estaciones de Servicio que hoy pensaban invertir en infraestructura para carga pesada y ampliación de cantidad de surtidores de gran porte para integrar la red de corredores azules y verdes que promociona el gobierno, solo tienen la incertidumbre de si podrán seguir o no trabajando.
Salomón alegó que “las autoridades de la Secretaría de Energía y el ENARGAS, deben asumir y entender el sentido social del GNC, donde cualquier impacto en el precio incide directamente en el poder adquisitivo ya devaluado de los trabajadores que usan este combustible como los fleteros, los taxistas, remiseros, combis escolares y viajantes que dependen del combustible gaseoso para costearse su movilidad”, explicó.
¿QUÉ PIERDE EL ESTACIONERO CON EL PLAN GAS?
De acuerdo su visión, lo primero que se evapora en el mercado del GNC es la previsibilidad, que arremete contra el trabajo no solo de las estaciones, sino de los usuarios, talleristas e instaladores, que verán mermada la demanda de equipos.
Además Salomón expresó que en Mendoza por ejemplo, la mayoría de las estaciones de GNC o duales son Blancas, lo que las dejaría en una posición inviable a la hora de negociar con las productoras.
“Nadie en esta economía imprevisible está dispuesto a firmar un contrato en dólares por un año, sin certezas de lo que puede venir en un futuro”, sentenció el entrevistado.
Fuente: surtidores.com.ar