LAS ESTACIONES DE SERVICIO PAGAMOS LOS PLATOS ROTOS DE LAS MALAS MEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO
Tras la decisión del Gobierno de congelar nuevamente el precio de los combustibles, CECHA anuncia medidas de fuerza que se aplicarán a la brevedad y en forma escalonada.
Buenos Aires, 22 de agosto. Las cámaras y federaciones de todo el país nucleadas en CECHA manifestamos nuestro rechazo a las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional por considerar que tornan inviables nuestro negocio y lo condena a la ruina.
En este difícil contexto, hemos decidido adoptar una serie de medidas de fuerza que se pondrán en marcha a la brevedad y en forma escalonada, como el cierre nocturno de todas las estaciones de servicio del país; el comienzo de las solicitudes para aplicar el procedimiento preventivo para establecimientos en crisis, previsto por la ley 24.013 y la paralización de los procesos de revisiones paritarias en curso. Todo ello sin perjuicio de otras acciones que se definirán conforme a la escalada de esta crisis.
El aumento aplicado a los combustibles fue menor que el porcentaje aplicado a la devaluación, por lo que el efecto resulta negativo para quienes apostamos por el sector. Resulta muy difícil para nuestras pymes, que involucran más de 5000 estaciones de servicio y garantizan 65.000 puestos de trabajo, cargar con parte de esta nueva devaluación cuando ya venimos soportando la pérdida de la rentabilidad desde antes de la pandemia.
No cuestionamos que el Gobierno pueda adoptar las medidas de emergencia que crea necesarias para la economía del país, y en resguardo del bolsillo de los consumidores, pero las mismas deben ir acompañadas de medidas complementarias y urgentes, que mitiguen el efecto devastador que se está provocando a las estaciones de servicio.
Desde CECHA, hemos intentado mantener un diálogo fecundo con las autoridades nacionales, sin conseguir respuestas favorables hasta la fecha. Esta falta de toma de decisiones provocará, lamentablemente, el cierre de estaciones que tengan ventas por debajo del punto de equilibrio y que hoy alcanza a la mitad del sector. Al mismo tiempo, serán responsables de la parálisis de nuestros procesos de revisión paritaria en curso.
Asimismo, exhortamos a las empresas petroleras a modificar en forma estructural nuestras comisiones por venta, actualmente en el orden del 10% promedio a nivel país, ya que resultan claramente insuficientes en esta crisis que atravesamos. En el caso particular de YPF la ayuda brindada a las estaciones de su bandera, que valoramos, está muy distante de compensar la dura realidad que atravesamos. Somos conscientes que esta devaluación asimétrica plantea desafíos enormes, pero no pueden las pymes del sector ser quiénes soporten el peso de la política energética que se define en una mesa en la cual no participamos.
El negocio de los combustibles no para de complicarse. Los empresarios, que elegimos y amamos este trabajo, ahora lo vemos desgastante y hasta desesperanzador. Los estacioneros necesitamos ser escuchados. El Estado debe entender que invertimos y generamos empleo, y no se trata solo de dinero lo que se pone en juego, sino también de esperanzas, esfuerzos y un tiempo que no volverá.
¡NUESTRA CRISIS DE RENTABILIDAD ES INSOSTENIBLE! ¡YA NO PODEMOS ESPERAR!